

La tarjeta postal: entre el paisaje,la historia y el diseño

La tarjeta postal es una cartulina o cartón generalmente de 9 x 14 cm con alguna imagen en una de sus caras y que cumple una función similar a las cartas: la de comunicar. Apareció por primera vez en Europa a mediados del siglo XIX como un medio de contacto y correspondencia durante la guerra. La sencilla silueta y su práctico diseño popularizó su uso a lo largo del mundo; en 1878, México se integró a la Unión Postal Universal y existe el registro de las primeras postales nacionales hacia el año de 1882.
Estos primeros ejemplos estaban ilustrados con vistas urbanas y monumentos importantes del territorio nacional. Su propósito original fue el de enlazar y acompañar a las personas a través de las letras y la imagen; la forma de estas piezas y las imágenes que intervienen en su composición, popularizaron su uso y su colección en el ámbito popular y cotidiano. Son objetos que cuentan con un autor, una imagen, un editor, un impresor y un diseño; se trata de verdaderas obras de arte producidas a gran escala y de medidas discretas.
La historiografía contemporánea ha dotado de dignidad artística a estos objetos. Son muestra del diseño, de la tipografía y de las técnicas fotográficas de una época. La colección de Postales de San Carlos es muy variada; en ella se encuentran paisajes nacionales; imágenes históricas como retratos de héroes y crudos testimonios de las batallas más épicas.
En este núcleo se presentan algunas piezas llenas de originalidad y diseño. Los retratos de época, los anuncios comerciales y los poemarios decimonónicos mezclan las imágenes más "excelsas" y las tipografías más modernas. Estas obras son documentos estéticos de una época y de un gusto, y forman parte importante en el proceso de configuración cultural y estilística de una nación a través de lo cotidiano.






